jueves, 29 de septiembre de 2011

Queman, y son reales.

Pensandolo un poco mejor, no sé quién te creés que sos.
Estoy sola otra vez, aca en mi habitación. Yo ya sé que me puedo acostumbrar, a qué tipo de cosas puedo acostumbrarme, esta es una, pero no es la idea. Siempre lo mismo flaca. Directamente, eso de las relaciones, el amor, bla, bla bla, en realidad, no existe, cada día me convence más esta idea, la sostengo desde el vamos, pero no hay caso que demuestre lo contrario aún. Uno tiene mucha tele en la cabeza, los dramas son inventos de la psiquis del ser humano. No sé ni siquiera en donde carajo estoy parada. La pifié, y la sigo pifiando. Hasta capaz me como el viaje de que estoy escribiendo esto, y en realidad no es así. Lo único real de una relación deben ser las mentiras. Siempre están, crueles, pero es lo que al fin y al cabo uno siente mucho más que todo lo demás. Queman, y son reales.

Estoy hecha un Alien, quiero volver a mi. Provoco cosas en otras personas, y así, y así. Transmitimos energías. Nada de esto repercutía tanto en mi cuerpo; en mis ojos, en mi boca, en mi pelo, en mi piel, en mi cabeza... Todo se ve arruinado, modificado, transgredido, es increíble cada día que me levanto y me miro al espejo. No sé cual fué la parte en la que me desvié y llegué a reprogramarme en todo aspecto.
Y cómo te importa lo que provocás en mí. Cómo te importa!

Yo no soy de esas personas que suelen mantener la pelota, siempre la pierdo en un mal pase. Este es mi drama.

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